Una de las cosas más liberadoras es aprender a conocerse. Recuerdo aquellos consejos de colegio que decían "estudia de tal a tal hora; tienes que tener buena luz entrando por tal lado de la ventana; no es bueno estudiar de noche; haga resumen, mapa conceptual, tenga apuntes..." Ahora entiendo que la noche me ilumina más que el día, y mi mente viaja, se conecta, analiza, descubre, crea, y produzco mucho más que todo lo que podría hacer durante el día. No me gustan los mapas conceptuales, y prefiero mis apuntes virtuales que los de papel. Recuerdo aquel profesor que hablaba de "quedarse como momia en el aula para poner atención", cuando ahora entiendo que necesito moverme, ya sea una mano, el pie, los dedos. La quietud no me queda, me aburre, me distrae, me desconcentra. Es difícil tratar de ser uno en un sistema que desde su base educacional trata de estandarizar las voluntades en todos sus niveles. Las expectativas del resto son también un atentado para la expresión del yo. Las tradiciones y su pasado, son para seguirlas si nos gustan, y para dejarlas pasar si no. El sistema no está diseñado para enseñarnos a ser nosotros mismos. Tal vez, por lo mismo es más fácil ver hacia afuera que hacia uno mismo. Todas las respuestas están en nuestro interior.
Felipe.-
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